Para autocontrolar el comportamiento y actitudes de los alumnos en clase, llevamos un tiempo trabajando con el semáforo del saber estar.
Todas las mañanas, antes de irnos a casa, revisamos como hemos estado en clase y donde debemos posicionarnos en el semáforo; moviendo así la pinza.
Algo que me encanta de esta actividad es el grado de implicación del alumnado a la hora de valorar donde colocarse. Normalmente son muy honestos y realistas.
¡ÁNIMO, CHICOS!!
Del mismo modo se podría trabajar en CASA para reforzar lo que cada uno necesite (normas, alimentación, sueños, control de esfínteres, no pegar,...). Siempre y cuando se tenga muy clara la norma, tanto los padres como los hijos.
Los niños necesitan límites que les den seguridad para desenvolverse en los distintos ámbitos de la vida. Aunque intenten luchar por sus intereses, ellos son muy listos y el enfado será momentáneo si somos constantes y rotundos con la norma ya que lo tienen tan asumido que saben que no hay nada que hacer ante eso.
¡ÁNIMO, PAPÁS!!Estáis a tiempo de coger las riendas y dar un giro a las conductas y modales de vuestros hijos y así dotarles de habilidades para la vida que los definan como personas respetables.
Preguntad en el cole si necesitáis herramientas para ello.