Tiende tu mano a quien lo necesita. Recuerda que mañana la puedes necesitar tú...
Hemos comprobado lo duro que es tener alguna discapacidad y lo hemos echo poniéndonos en el papel de las personas que lo sufren. Así durante dos horas un grupo han estado mudos, otros cojos, otros mancos y otros tuertos.
A la conclusión que hemos llegado es a que nosotros solo podemos ayudarles en lo que nos pidan ya que bastante tienen los que no se pueden expresar con palabras, los que no pueden subir unas escaleras o echar un partido de fútbol, los que se caen porque no ven bien donde pisan, los que no pueden abrir el estuche a una mano,... ¡de todo se aprende!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario